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Música we love: The Tallest man on Earth

Al salir del avión miles de expectativas vienen contigo, piensas en los lugares de manera diferente a como realmente son, mejores o peores, pero nunca realmente como se imaginaron.

Por Eve Guzmán

Madrid es un lugar lleno de sorpresas, en sus pequeñas calles alberga miles de bares en cada esquina, más bares que farmacias (muy diferente a Chile, en donde hay más farmacias que bares) es decir: gente pasándolo más mal que bien.

Encuentras alguna pastelería en donde logras oír más fuerte su gusto musical que su olor a pasteles, música de lo 50, sonidos que te transporta al pasado, cafés donde te sirven, además de un rico capuchino, vinos primaverales en otoño a las 11 am y de fondo se escucha a Bob Dylan.

Aquí la gente adora y goza la música, hablan de grupos y de asistir a tocatas, existe muchísimo movimiento callejero y eventos musicales gratuitos, grupos independientes que vienen de diferentes partes de Europa, conciertos de bandas reconocidas que son pagables y que no cobran un millón por ir a ver algo que musicalmente emociona.

Algunos de los artistas que vienen a España terminan enamorados de las tierras y hasta escriben alguna canción, un ejemplo es “The Tallest Man on Earth” con su “King of spain”. Cuando se escucha a este músico, compositor y cantante por primera vez, se piensa en un norteamericano sacado de los años 60 amigo de Bob Dylan y olvidado en un rincón, pero no es así, Kristian Matsson nacido en Dalarna Suecia en 1983 hace este tipo de música en nuestro siglo, en escenarios provisto de una silla, una guitarra y un micrófono.

Cuando miras sus videos en youtube no encuentras videoclips construidos y armados de recursos, si no más bien un estilo cámara en mano, filmando en lugares improvisados, en calles caminando, azoteas, café de esquina o en una pequeña tienda de discos. Escuchar a este cantautor es recordar que las épocas no mueren, que siempre hay alguien que las resucita, es evocar etapas musicales anteriores increíbles. Nunca será lo mismo pero es saludable hacerlo, es mejor atreverse a copiar lo bueno y hacerlo lo mejor que se pueda.

A la gente le gusta comparar, cuando no hay comparaciones, simplemente un artista saca lo mejor de una época y lo trae a la de hoy .Quienes comparan a The Tallest man on Earth con Bob Dylan se equivocan. En la actualidad tenemos de vuelta ese estilo tan entrañable y melancólico que nos entrega un poco de ese guitarreo lleno de contenido por ser esas cuerdas inspiradoras frente a una sola onda que tanto nos cautiva. Con una voz parecida a la del country, afinada aunque sin esa rebeldía de los 60s, en nuestros días se esta haciendo folk, para entrar al mundo de nuevo. Vale la pena escuchar su música y darle la oportunidad.

A ver que opinan quienes aún no lo oyen, con sus audífonos preparados para un viaje en metro en la ajetreada ciudad de santiago. Mientras yo lo oigo en un viaje al hermoso norte español.

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