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La Experiencia Guns N’ Roses: 1992 VS 2016

Guns N’ Roses es sin duda una de las bandas de rock más conocidas alrededor del mundo. Amados u odiados, difícilmente ignorados, realizaron su primer concierto en Chile un Miércoles 2 de Diciembre de 1992, en el Estadio Nacional, en el marco de su gira “Use Your Illusion”. Recién salido de la dictadura militar, Chile estaba muy poco acostumbrado a este tipo de mega eventos. Fue un concierto con altos y bajos, pero para todos quienes estuvimos ahí esa noche, absolutamente inolvidable.

Por Daniela Lobos Pérez
Fotos: Katarina Benzova

Los Guns dieron su último concierto en vivo en 1993, en Argentina. En 1991 el guitarrista Izzy Stradlin había abandonado la banda, siendo reemplazado por Gilby Clarke (quien tocó en Chile el 92’), anteriormente ya había sido despedido el baterista Steven Adler por su adicción a las drogas y reemplazado por el ex The Cult, Matt Sorum. A pesar de todos estos cambios, las tensiones entre el vocalista Axl Rose y el guitarrista Slash no dieron para más y el último abandonó oficialmente la banda en 1996, al año siguiente abandona el bajista Duff McKagan, último miembro original de la banda, dejando a Axl, legalmente dueño de la “marca” Guns N’ Roses, reclutando músicos para su proyecto “Chinese Democracy”. Mientras Axl estaba en eso, Slash, Duff y Matt Sorum formaron Velvet Revolver junto al fallecido vocalista de Stone Temple Pilots, Scott Weiland, banda con la que los ex-Gunners volvieron a presentarse frente al público chileno, en 2007.

Pasaron años, décadas y una reunión entre los miembros originales de GN’R parecía imposible (especialmente Axl-Slash), pero en 2016 lo imposible se hizo realidad, gracias en gran parte a la gestión de Duff McKagan, quién siempre mantuvo contacto con Axl Rose y por supuesto también con Slash.

“Not in This Lifetime… tour” empezó el 1 de Abril de 2016 con un show sorpresa en “The Troubadour”, mítico club de Hollywood en donde según cuenta la leyenda, Guns N’ Roses debutó en 1985. Lamentablemente, Axl Rose sufrió una caída y se fracturó un pie, causando que en las primeras fechas de la gira en Estados Unidos, tuviera que estar sentado en un trono (perteneciente a Dave Grohl, quién lo usó cuando sufrió una lesión similar durante una gira con Foo Fighters). Guns N’ Roses 2016 está conformado por los fundadores W. Axl Rose en voz, Slash en guitarra y Duff McKagan en bajo, a quienes se suman el tecladista de la era “Use Your Illusion” Dizzy Reed, Richard Fortus en guitarra rítmica, Frank Ferrer en batería y Melissa Reese en sintetizadores y coros. Vale destacar que tanto Fortus como Ferrer son miembros “oficiales” de Guns N’ Roses de la era “Chinese Democracy”, el guitarrista desde 2001 y el baterista desde 2006.

24 años han pasado desde aquel inolvidable y problemático show de 1992, que en la mente de una joven asistente de 11 años de edad, quedó grabado al detalle, como parte de la película de su vida. Sábado 29 de Octubre de 2016 es la fecha del reencuentro y el lugar, el mismo Estadio Nacional de Santiago. Desde muy temprano en la mañana han estado llegando fans de todas partes de Chile. A las 16:00 horas, con un fuerte sol pegando en la capital, las filas alrededor de Av. Grecia y Av. Marathon son interminables, desplegando una postal que inmediatamente recuerda la primera visita, claro que ahora vemos muchísimas más poleras y accesorios de GN’R. En 1992, las poleras en Paseo Las Palmas eran bastante caras y había sólo tallas grandes. Se siente una agradable atmósfera entre el público, aún incluso antes de que se abran las puertas, lo que ocurre unos 15 minutos antes de las 17:00 horas. Los asistentes corren para conseguir la mejor ubicación posible. Ahora no es como antes, donde la cancha era un solo y gran espacio y sólo el que realmente era más fan y tenía más aguante quedaba en primera fila y cuya entrada costaba $7.000 pesos de la época. Hoy, está la división entre “cancha general” y “cancha vip” (o “preferencial), la primera con una entrada que costaba $56.400 y la segunda $138.000 (más del doble de 2 canchas generales). No es de extrañar que la entrada más económica, galería ($33.400) se agotara a sólo días de empezada la venta, con el resto de las localidades agotándose rápidamente también.

Una vez dentro del Estadio, la espera se hacía larga y la incertidumbre de si el show empezaría a tiempo o si, como en el 92, deberíamos esperar más de 2 horas a que Mr. Rose se dignara a aparecer aún existía, ya que a pesar de la puntualidad demostrada en los shows en Norteamérica, se reportaba que en Perú el concierto había empezado con casi 1 hora de atraso. La buena onda del público en general ayudaba a hacer la espera menos aburrida. Cerca de las 20:00 horas sale al escenario el trío nacional de rock pesado Wild Parade. A pesar de no ser masivamente conocidos y cantar en inglés, la potencia de su sonido se agradece, pues sin duda la gran mayoría de los asistentes prestamos atención a su presentación, que nos ayudó a amenizar la espera. Wild Parade pasó la prueba y se llevó varios aplausos tras su show de aproximadamente 30 minutos.

Los ánimos se iban encendiendo y a las 21:00 horas algunos nos preguntábamos si sería posible en esta vida ver un show de Guns N’ Roses empezar puntual. A los pocos minutos empezaba la música tradicional de los dibujos animados “Merrie Melodies” (o “Looney Tunes”) e increíblemente puntual comenzaba a sonar el bajo de Duff McKagan con “It’s so Easy” (Appetite For Destruction, 1987). Las pantallas mostraban el logo de la banda y se podía sentir la misma energía que en 1992, cuando iniciaron el show con este mismo tema, seguido por “Mr. Bownstone” (Appetite For Destruction, 1987). Un sonido impecable, ejecución, fiato, la voz de Axl realmente al nivel de las canciones y por supuesto, el bajo y la segunda voz de Duff más la guitarra de Slash, sobresalientes. La recepción del público totalmente eufórica. Si bien Axl ha mejorado mucho su estado físico desde el comienzo de la gira, ya no tira patadas al aire ni corre por todo el escenario, pero aún baila junto al atril del micrófono, sin tanta fuerza pero aún con ganas. Después de un “Hola” de parte de Axl, Slash comienza con los riffs de “Chinese Democracy” (Chinese Democracy, 2008). Un público más calmado recibe este tema en el cual Slash se luce a pesar de no haber trabajado en el álbum original. “Welcome To The Jungle” (Appetite For Destruction, 1987), vuelve a encender a las más de 60.000 personas presentes en el Nacional, esta vez sin aquel demonio rojo gigante en el escenario (el de la portada de “Appetite for Destruction”) ni con Axl haciendo su “Snake Dance”, como hace 24 años. La nostalgia seguiría con “Double Talkin’ Jive” (Use Your Illusion I, 1991), original del ausente Izzy Stradlin. Para compensar, Slash entregando todo en el escenario, lo mismo sucedería con “Better” (Chinese Democracy, 2008), en la cual tanto Slash como Duff se apropian de la música de manera natural. Un momento alto tuvo esta canción, cuando Axl se acerca a Slash, uno de los pocos momentos de interacción entre ambos. Ya sin la pesada chaqueta de cuero que lo abrigaba al comienzo del concierto, pero aún con un sombrero sobre su ahora corto cabello, Axl Rose comienza los versos de uno de los temas más esperados, “Estranged” (Use Your Illusion II, 1991), que no fue parte del setlist de 1992. Axl Rose aprovecha de presentar al público al tecladista Dizzy Reed, quién se luce en el solo de esta gran canción, junto a una voz de Axl que es capaz de seguir los diversos matices de esta.

El show seguiría alto con el cover de la banda de Paul McCartney Wings, “Live and Let Die” (Use Your Illusion I, 1991) y la clásica “Rocket Queen” (Appetite For Destruction, 1987) también una de la más esperadas en especial por el público “vieja escuela” y que tampoco fue interpretada en 1992, con un Slash demostrando por qué es considerado uno de los mejores guitarristas de rock de todos los tiempos.

“You Could Be Mine” (Use Your Illusion II, 1991), tema principal de la película “Terminator 2”, esta vez con fuegos artificiales incluidos en vez de la línea adicional “with your ass in the air!” fue interrumpida por Axl Rose, pero no para preguntarnos si escupir a los artistas era alguna costumbre chilena, ni para decirnos que éramos unos imbéciles que gastaban su dinero en vano, ni para decirnos que nos escupiéramos entre nosotros (entre las cosas más suaves que nos dijo en 1992), sino que para pedirle al público de las primeras filas de chancha vip que por favor dieran un paso hacia atrás para evitar que los de más adelante se lastimaran aplastados (en tono Eddie Vedder), algo que parece increíble viniendo de la boca del mismo cantante que nos pedía, 24 años atrás, que si veíamos a alguien escupiendo o tirando cosas al escenario le “sacáramos la mugre” (por decirlo de una forma educada), o sea, en vez de incitar la violencia entre el público como lo hizo el 92, esta vez incitaba al cuidado mutuo. Este hecho, junto a la increíble puntualidad, notan la madurez del cantante de ahora 54 años, quien ya no está para hacer pasar malos ratos a quienes le hacemos el sueldo, ni a sus compañeros de banda, ni a sí mismo. Muy bien Axl.

El bajista Duff “Rose” McKagan volvería a brillar como lo hizo en 1992 con el cover de Misfits, ”Attitide” (luego de saludarnos con un simpático “buenas noches motherfuckers!”), esta vez con el cover de la clásica banda punk The Damned, “New Rose” (The Spaghetti Incident?, 1993), previa introducción de la canción de Johnny Thunders “You Can’t Put Your Arms Around a Memory”. La voz de Duff sigue tan fresca como siempre, lo mismo su actitud punk rocker y su empatía con el público, gritando un “Let’s go, Santiago!”. Difícil olvidar su sorpresa en 1992 cuando al terminar “Attitude” menciona “No creo que ninguno de nosotros se diera cuenta cuántos de ustedes, fuckers, habrían hoy”, con más de 80.000 asistentes, en esa época la banda no sabía cuántos seguidores tenían en Chile (sin internet ni medios globalizados), hoy Guns N’ Roses sabían que se enfrentarían a una audiencia masiva y expectante.

Tras un descanso a su voz, Axl Rose volvería al escenario para interpretar “This I Love” (Chinese Democracy, 2008) acompañado de Dizzy Reed y Melissa Reese en teclado y sintetizadores. En esta balada Axl aún es capaz, aunque con dificultad, de lucir su voz.

“Civil War” (Use Your Illusion II, 1991) fue una canción que, para los que estuvimos presentes en el concierto de 1992 tiene un significado especial: es el tema de la “polémica”, cuando Axl decidió detener el concierto por casi 5 minutos y llamó a la intérprete argentina para anunciarle al público que si no dejaban de escupirlos, GN’R no seguirá tocando. Notable la actitud de la traductora que, para evitar problemas mayores, evitó traducir las malas palabras o cualquier alusión negativa al público. Antes de arrojar su micrófono al suelo y detener la canción, Axl ya había tocado el brazo de Duff para mostrarle algo que le llamaba la atención en el público, luego pidió a su guardia, un imponente y musculoso hombre negro, que sacara del recinto a un tipo de polera roja que se escondía detrás de los demás. Los asistentes de más atrás reaccionaron con molestia ante toda la situación (interrupción del concierto, escupos, etc.), pero el público en general no estábamos conscientes de lo que sucedía adelante. Cuando Axl finalmente dijo en un improvisado español “Cállense, por favor”, la reacción natural del 99, 9% de las asistentes femeninas fue un grito de furor, sobre todo cuando siguió con un “escuchen” de Axl. Nuevas generaciones tienden a criticar esta respuesta del público con comentarios como “si les están pidiendo que se callen, ¿por qué gritan?”, pero muchos no entienden lo que fue estar ahí, sobre todo sin entender bien qué pasaba más adelante. Por mucho que me desagrade en lo personal esa asquerosa costumbre de principios de los 90s de escupir a las bandas, creo sinceramente que esta vez, Axl se lo tenía merecido, no el resto de la banda ni lanzar botellas, pero Axl merecía saber el nivel de descontento de su público al presentarse casi 3 horas tarde sin razón alguna. Es fácil juzgar por videos subidos a YouTube ripeados de antiguos VHS, pero el vivir la experiencia fue algo completamente diferente. Volvamos al año 2016, “Civil War” fue un tema ejecutado con excelencia por los ahora 7 integrantes de Guns N’ Roses y en el que Axl Rose pudo lucir su voz. Esta es una canción anti-bélica y da gusto poder disfrutarla como tal.

Uno de los puntos más altos del concierto fue sin duda el vivido con la interpretación de la canción “Coma” (Use Your Illusion II, 1991). Si bien el público más joven y los “fans casuales” disfrutaban de manera más moderada del tema de casi 10 minutos de duración, la canción fue vivida con casi la misma emoción de Slash al interpretarla, por los fans “vieja escuela”.

Slash, haciendo lo que sabe hacer mejor con las 6 cuerdas, nos deslumbró como hace años con su versión del clásico de Nino Rota de la película “The Godfather”, para seguir con una de las canciones más populares de la banda, “Sweet Child O’Mine” (Appetite For Destruction, 1987). Con un tempo levemente incrementado, este tema suena excelente en vivo, pero al parecer Axl Rose comenzó a tener problemas con el retorno, ya que constantemente hacía señas hacia la mesa de sonido del escenario y su voz en momentos se perdía entre los instrumentos y los coros de la multitud.

Slash volvería a tener su momento, esta vez acompañado por el guitarrista rítmico Richard Fortus, con una versión instrumental del clásico de Pink Floyd “Wish You Were Here”, que para muchos de nosotros tiene un significado especial: esta canción fue interpretada en vivo el 10 de Abril del 2007, en la Pista Atlética del Estadio Nacional, por el mismo Slash junto a su banda de entonces, Velvet Revolver, acompañado de Duff McKagan, Matt Sorum y el recordado Scott Weiland, quien falleció el 3 de Diciembre del 2015. Tras este emotivo momento, Axl se sentó al piano para interpretar junto a la banda la intro instrumental de “Layla”, de Eric Clapton, dando paso a “November Rain” (Use Your Illusion I, 1991). Lamentablemente, esta magistral canción presentó dificultades para Axl Rose en lo vocal. No quedó claro si fue un problema del micrófono del piano o si es que su voz definitivamente estaba ya muy cansada, o tal vez una mezcla de ambas cosas. Porque más allá de las impresionantes coristas de la gira “Use Your Illusion” de 1992, ese año la voz de Axl sonó clara y nítida durante toda la canción, pero esta vez se perdió. Sin embargo, para el final de la canción, Duff apoyando en segunda voz, Slash con su guitarra y Axl sacando lo máximo de sí, lograron dar un buen cierre.

“Knockin’ on Heaven’s Door” (Use Your Illusion I, 1991), cover del ganador del Nobel de Literatura 2016, Bob Dylan, traería de vuelta la voz de Axl, pero más que nada en las partes de tonos más graves, logrando con dificultad alcanzar los altos. Sin embargo, logró retomar el control de su voz cuando comenzó a jugar con el público. Destacó la guitarra doble de Slash y los coros de Melissa Reese.

Ya bastante avanzada la noche, comenzó a sonar otra de las canciones más esperadas, “Nightrain” (Appetite For Destruction, 1987). Una buena interpretación en general, aunque ya se notaba el cansancio en la voz de Axl Rose, quien ha estado de gira desde Agosto con Guns N’ Roses y también cumpliendo funciones como vocalista en AC/DC en 10 shows en Norteamérica y 12 en Europa, desde que el vocalista Brian Johnson tuvo que abandonar la banda por serios problemas de salud, que amenazaban con dejarlo sordo.

Tras un pequeño descanso, la banda vuelvió al escenario para interpretar, tras un breve instrumental, el exito “Don’t Cry” (Use Your Illusion I, 1991), canción ha sido intercalada durante la gira con “Patience” (GN’R Lies, 1988). Esta vez a Chile le tocó “Don’t Cry”, en 1992 obtuvimos ambas. Axl no se esforzó demasiado con su voz, pero cumplió. También lo hizo la banda, por supuesto. Lamentablemente, los pulmones no le dieron a Axl para el largo final de esta canción.

“The Seeker”, cover de The Who que ya es parte del setlist de Not In This Lifetime… tour seguiría a continuación. La voz de Axl se notó más relajada durante este tema. Básicamente la mayor preocupación durante esta gira es la voz de Axl Rose. El hombre es un gran cantante, con un amplio rango vocal, pero ha perdido el training de los ensayos, las grabaciones, las giras, se dejó estar por varios años y da la sensación de que sólo tras esta reunión está volviendo a tomarse las cosas en serio. En cuanto a ánimo y presencia escénica, no podemos pedirle que vuelva a los 30 años, se nota que está disfrutando en el escenario y que su estado físico ha mejorado bastante en comparación a años anteriores. Da gusto saber que los años de drogas, alcohol y decadencia ya son parte del pasado para todos los integrantes y ex-integrantes de Guns N’ Roses e impresionó no verlos encender ni un solo cigarrillo en el escenario. En cuanto al fiato musical, no hay quejas. Los más antiguos extrañamos la química existente entre los integrantes, cuando de verdad eran amigos, pero eso no afectó el hecho de que Slash entregó todo cuando tocó la guitarra y fue capaz de hacer propio el sonido de temas ajenos, como los de “Chinese Democracy”. Duff McKagan, que con su bajo blanco adornado con el símbolo que usó Prince cuando decidió tener un nombre impronunciable, se adaptó a la perfección, entregó energía y empatía y fue el puente de comunicación entre estas dos mega-personalidades que son Axl y Slash. Por su parte Richard Fortus cumplió con su rol de guitarrista rítmico y disfrutó de su tiempo sobre el escenario. Tiene una apariencia extrañamente similar a la de Izzy Stradlin, lo cual puede producir mayor simpatía o mayor rechazo, pero no creo que quiera deliberadamente imitar a Izzy, ya que su personalidad es muy diferente y eso se notó. Frank Ferrer destacó menos que Matt Sorum en batería, pero tampoco es alguien de quien quejarse. En lo personal preferiría un baterista más potente y lamentablemente nunca he tenido la posibilidad de ver a Guns N’ Roses junto a Steven Adler, por lo que Matt es mi único punto de comparación. Dizzy Reed hizo lo suyo y lo hizo bien, mientras el rol de Melissa Reese quedó relegado a algo que muchos no entienden, pero fue ella la encargada de todos los sonidos pre-grabados y sintetizadores que introdujo Axl Rose en la época de “Chinese Democracy”. De hecho, fue Melissa la encargada de ciertos efectos vocales en los que Axl se apoya. Es un rol menor pero un gusto ver por primera vez en 31 años, a una mujer formar “oficialmente” el line-up de Guns N’ Roses.

Cuando ya habían transcurrido cerca de 2 horas y media de show, los acordes de “Paradise City” (Appetite For Destruction, 1987) comenzaron a anunciarnos el final de la jornada. Con fuegos artificiales y confeti, el público entero coreó este clásico rockero. La voz de Axl ya se notaba bastante agotada y al finalizar la canción lanzó su micrófono al público. La banda completa vuelvió al escenario para hacer triple reverencia a un público que se portó excelente, estuvo animado y fue en general muy respetuoso. Una mezcla generacional muy agradable de ver, desde rockeros sobre los 50 hasta niños de 10 años acompañados de sus padres. Desde adolescentes hasta gente como yo, que estuvo ahí en 1992 y estuvo aquí en 2016, junto a Guns N’ Roses.

 

 

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