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Jane’s Addiction de vuelta en Chile: Placer y Dolor


El cuarteto californiano, liderado por el carismático vocalista Perry Farrel (también creador del Festival Lollapalooza), volvió a presentarse en Chile, tras su exitoso primer show en nuestro país, en el cierre del segundo día de lo que fue la primera versión de Lollapalooza Chile, en Abril del 2011. Dos años y medio después, el cuarteto, intergrado por Dave Navarro en guitarra, Stephen Perkins en batería (los otros 2 miembros originales, junto a Farrel), y Chris Chaney en bajo, regresaría a nuestras tierras, esta vez a dar un show exclusivo en el Teatro Caupolicán.

Por Daniela Lobos
Foto Marcela Bruna

Originalmente planificado para el Martes 15 de Octubre, a las 21:00 horas, el show se retrasó debido al partido de fútbol que se realizaría en el mismo horario en el Estadio Nacional. Aproximadamente a las 23:30, Jane’s Addiction salío al escenario, tras un Dave Navarro jugueteando con el público chileno, al interpretar en su guitarra el característico “Olé, olé, olé, olé”. La banda comenzó interpretando “Underground” (con los coros de Mrs. Farrel, Etty Lau), única canción de su último álbum, “The Great Escape Artist” (2011), dejando en claro que el show se centraría en los 25 años de su segundo disco, y primero en estudio, “Nothing’s Shocking” (1988), ya desde la segunda canción, “Mountain Song”. A continuación seguiría “Just Because” (“Strays”, 2003), llena de saludos al público santiaguino, de parte del mismísimo Perry Farrel, quién derrochaba carisma, mientras un callado Dave Navarro se lucía en la guitarra. El concierto continuaría homenajeando a “Nothing’s Shocking”, con “Had A Dad”, con Perry Farrel y la alegría que lo caracteriza, agachándose a dar la mano a los fans, y la potente “Ted, Just Admit It…”, junto a la performance intensa de las bailarinas Etty Lau Farrel (la ya mencionada esposa del vocalista) y Stephanie Spanski. Luego vendría el turno del clásico “Been Caught Stealing” (“Ritual de lo Habitual”, 1990), coreada por todos los presentes. Fue durante este tema que los guardias sacaron a un asistente y Perry, algo preocupado, le preguntó “Are you OK?”, y se quedó junto a él un momento cantando, demostrando aún más lo empático que es con su público. La intensidad no bajaría, ahora era el turno de “Ain’t No Right” (“Ritual de lo Habitual”, 1990), con las ya mencionadas bailarinas encendiendo a la audiencia, en especial, al público masculino. Un pequeño baile sensual entre Perry y su esposa Etty Lau, envuelto en una energía juguetona, daba la sensación de ser muy apropiado para el momento, y sin duda Etty Lau rebosa una calidez, simpatía y sensualidad que ayudó a hacer contacto con la audiencia, tanto masculina como femenina, incluso sin saber quién era ella.

Seguiría el frenesí con “Up the Beach” (“Nothing’s Shocking”, 1988), y en “Three Days” (“Ritual de lo Habitual”, 1990), Perry Farrel subiría a una fan al escenario, quien cantaría algunas estrofas junto a él. La adrenalina llegaba a su límite con “Ocean Size” (“Nothing’s Shocking”, 1988), con un Dave Navarro luciéndose por supuesto con las 6 cuerdas. El nivel adrenalínico subiría aún más con el himno “Stop!” (“Ritual de lo Habitual”, 1990), con todo un Teatro Caupolicán coreando: “Señores y Señoras, nosotros tenemos más influencia con sus hijos que tú tienes. Pero los queremos.”

El público totalmente extasiado, Perry Farrel moviéndose por todo el escenario, agachándose para darle la mano a los fans de las primeras filas, y un Stephen Perkins totalmente entregado en la batería. Con esto llegaríamos al fin de la primera parte.

Tras un cortísimo receso, que duró sólo el tiempo que tomó a miembros del staff trasladar instrumentos, la banda volvió a escena. Perry tomó el micrófono para, en inglés, mencionar lo importante que era esta noche para los chilenos, ya que el fútbol es un deporte muy importante en el país. Tras las felicitaciones, pues dio el paso para celebrar, tuvimos a Dave, Stephen y Chris en percusiones, Perry liderando la fiesta, y todo el Monumental bailando y preparándose para “Chip Away” (“Jane’s Addiction”, 1987), con un par de chicas suspendidas en el aire, con el método de “Body Suspension” (ganchos a través de Body Piercing), algo que ya habíamos visto anteriormente en shows de Jane’s Addiction, y que se relacionan con aquella premisa del placer y el dolor.

Ya para finalizar, y con Perry Farrel brindando por enésima vez, los músicos se prepararon para entregarnos una bella versión del clásico de su primer disco (en vivo) “Jane’s Addiction”, de 1987, así como de “Nothing’s Shocking” (1988), segundo disco de la banda, pero primer LP de estudio: la canción “Jane Says”, inspirada en la antigua compañera de departamento de Farrel, Jane Bainter, quien también sirvió de musa para el nombre de la banda. Coreada por todos los asistentes, fue un bello final a un show que podría haber durado muchísimo más. Tal vez si no hubiese coincidido con el  partido decisivo de la clasificación de la selección chilena, hubiésemos disfrutado aún más de la música de Jane’s Addiction, a pesar de algunos problemas técnicos de sonido.

Aunque no se dio el Line-up para Lollapalooza 2014, como se había anunciado por medios sociales, el show fue algo intenso e inolvidable, que nos deja con ganas de aún más de Juanas Adicción.

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