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Home Video: Forrest Gump – Una historia desde la inocencia

Hace unos días pude ver nuevamente (again) esta obra de arte y no puedo seguir callando lo que despierta en mi desde la primera vez que me encontré con ella. Forrest Gump es una película que trata sobre… ¿Qué? ¿Quieres que te cuente la película? Imposible, no hay palabras suficientes ni “escenas claves” que puedan resumir de forma fidedigna las aventuras y desventuras de nuestro querido protagonista, además no me atrevería a “spoilear” a quién no ha tenido la oportunidad (el placer) de verla.

Por: Francisco Latorre

¿Cómo darme el lujo de hacer un resumen de Forrest si todas las escenas son imprescindibles? No puedo dejar de lado a Jenny cantando desnuda un temita de Bob Dylan, o al Teniente Dan celebrando año nuevo entre penas y excesos, que tal a Bubba y su interminable recetario para cocinar los camarones, con solo recordarlo sonrío como un niño. Pero si algo se debe destacar, es la perspectiva que Forrest nos entrega del relato, desde la inocencia, ingrediente clave para crear ese sabor tragicómico e indoloro, con aroma a austeridad, presente en toda la obra.

poster_5_forrest_gumpDe buenas a primeras, pareciera ser que nos encontramos frente a un ser imposibilitado, no solo con problemas físicos que provocan risas entre sus pares, sino también con una leve desventaja cognitiva que lo caracteriza como “el tonto del pueblo”. Claro está que menospreciaron el “B-side” de nuestro querido Forrest, quien ante tanto desentendimiento, decide refugiarse en el lado simple de las cosas, un privilegio del cual los hombres comunes y corrientes carecemos. ¿Qué es eso que Forrest ve constantemente y que nosotros olvidamos? Amor incondicional, entrega a los demás, preocupación y promesas inquebrantables, un deber innato e inherente a su persona para con todos quienes lo rodean y tienen la dicha de encontrarse con él. “La vida es una caja de chocolates, nunca sabes lo que te va a tocar” es la frase para el bronce, y Forrest supo saborear cada chocolate como si fuera único, sin prejuicios de por medio, por que los prejuicios son ajenos a la verdadera inocencia, aquella que nos invita a disfrutar con plenitud nuestra cotidianidad, dándonos la facultad de maravillarnos día tras día, con lo regular, lo burgués, lo típico y lo atípico.

Forrest nunca estuvo imposibilitado, los aparatajes en sus piernas o el rechazo de sus compañeros no pudieron doblegar ni corromper su voluntad. El dramático y curioso camino recorrido por Forrest no nace como una respuesta a sus preocupaciones, sino a lo fiel que era respecto a sus pasiones, y no se confundan, sus pasiones no eran ir a la guerra, jugar al ping-pong o tener un barco camaronero, sino entregarse de forma incondicional a la vida misma y a sus seres queridos, sin prejuicios, probando cada chocolate de la caja, saboreando lo dulce y aprendiendo de lo amargo.

Para quienes no la han visto, los dejo invitadísimos a encontrarse con Forrest, en una historia sin precedentes que seguramente les dejará lecciones de vida. Para quienes ya la vieron, el llamado es a re-encantarse, pero dejen fuera de la habitación el prejuicio, el trabajo y las responsabilidades bien escondidos debajo de la cama, prepárense un cafecito cálido con sabor a inocencia y permítanse unas horas de sumo placer y aprendizaje.

Foto: http://sjbourque.deviantart.com/

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