Club Belle Époque: 10 años de sonoridades de trasnoche
CBE es una referencia de la cultura independiente del centro de Argentina: por su sala pasaron más de 600 propuestas musicales ligadas al circuito autogestionado con una curaduría que aún no ofrece concesiones a las imposiciones de la industria del espectáculo. La celebración es ambiciosa: ciclos, muestras y conversatorios puertas afuera en Córdoba, y en Buenos Aires, el Remazón Cordobés, en sociedad con el clásico IndieFuertes.
Por Ricardo Cabral
La ciudad de Córdoba es un epicentro cultural que históricamente se ha nutrido de una considerable población estudiantil proveniente de diferentes puntos del país. Cuenta con un pasado de gestas fabulosas como la Reforma del ‘18, que sacó a la Universidad del medioevo, y el Cordobazo del ‘69, ápice de la unión obrero-estudiantil que puso en jaque al gobierno de facto de turno. Sí, claro, también cuenta con capítulos deleznables de conservadores y autoritarismo, sopesada afortunadamente por una tradición maldita y desobediente que emerge con fuerza de manera cíclica.
A fines de los ‘90 y hasta promediar la década pasada ser joven y vivir en Córdoba tenía su atractivo: lo único que podía expulsarte era la debacle económica que tuvo su altisonante crisis en 2001/02. Por el resto, si bien no era una fiesta a sus anchas, el underground se había fortalecido de tal manera que todos los fines de semana podías encontrar propuestas artísticas que nada tenían que envidiarle a otras metrópolis: desde experiencias extremas como el noise y el cuarteto ander, a fiestas electrónicas de minimal house y ciclos de bandas de fusión folclórica con lo que venga. Había sitios para elegir: desde los tradicionales universitarios, centros culturales, casas tomadas y el ex-Abasto, un géiser de bares y salas que acogía diferentes estéticas musicales.
Hacia 2009 poco quedaba de todo eso, en el caso de la zona del Abasto, aconteció un plan de retirada que sólo dejó al incólume Casa Babylon Club Social y Cultural, y eran los últimos días de El Ojo Bizarro, un pequeño bar que hoy resuena conmovedor en el espíritu de una generación y que como sucedió con el germen punk, todos dicen haber estado ahí. La movida para los devotos de las rarezas comenzaba a dispersarse. Uno de los hitos a puertas cerradas donde se podía escuchar indie rock y otras tendencias para paladares exquisitos fue el Gould Pub, que duró un suspiro ante el asedio de las siempre paupérrimas políticas municipales, pero fue el antecedente directo de CBE.
En diciembre 2008, Franco Gil y Alejandro de Valentina Bar comenzaron a montar con la colaboración de amigos y colegas un club en donde funcionaba el teatro independiente María Castaña, al toque de DocumentAEscénicaS. El lugar era bastante inusual, aunque todavía en el centro, un poco distante del bardo nocturno. En un momento de delirio alguien quiso llamarlo Club Atlético Lima, por la calle y en honor a la esencia de trasnoche, pero quedó atrás. Impulsados por la necesidad de generar algo de sustento por las cuentas que arreciaban, abrieron las puertas a contrarreloj en abril de 2009. Desde entonces la actividad no ha cesado y ha representado un aliciente para lxs artistas y bandas de la escena, ya que tocar en la ciudad siempre ha sido dificultoso en tanto a convenios, y una tradición de mierda conocida como “pagar para tocar” en determinados sitios.
CBE sumó una cuota de delirio y pasión a través de “La Taberna”, como la audiencia llama familiarmente al entorno del escenario y pista, por el que ha un pasado un sinfín de propuestas: los ciclos iniciáticos de indie pop rock de Ringo Discos; Ska Fever; The Future is Here dedicado al house y tecno; Poptopia Mix; Blackdown de dubstep y los vigentes Limbo Pop, icónica de la movida LGTBIQ; y Quién te quita lo bailado, de freestyle. Y hablando de danza, el bar del ingreso tuvo en sus primeros años un cartel que sentenciaba “Prohibido bailar”, por una contravención municipal, y al que los parroquianos difícilmente hacían honor. Hubo muchas visitas de otras latitudes, como las icónicas del tucumano Diosque, los platenses El Mató a un Policía Motorizado, los rosarinos Matilda, Los Espíritus y Daniel Melero; pero también lugar para las propuestas locales que revalidaron su público, como Telescopios, Hijo de la Tormenta, Los Frenéticos, Tomates Asesinos, aunque la lista es muy ampulosa y no cabe en los confines de esta nota.
Ahora sí, regresando al presente, este jueves Club Belle Époque lleva algo de su espíritu al Niceto Club porteño, en la segunda apuesta de El Remázon Cordobés: un ciclo para exhibir las nuevas músicas de cosecha mediterránea, articulado con el clásico IndieFuertes, ciclo curado por el periodista venezolano Yumber Vera Rojas. En esta oportunidad se presentarán USV (Unión Saint Vincent) de talante electro, disco, house; Revelant, trap, psicopop; y Saturnino, con un live set con mucho groove. Por otra parte, en Córdoba el jueves 25 el CBE inaugura en la Casona Municipal la muestra de fotos y afiches Antologías; y al día siguiente se manda al Studio Theater, una sala que duplica la capacidad de “La Taberna”, para presentar La tercera posición (una saga musical de tres capítulos, esta será la inaugural), con la presentación de Peces Raros, Telescopios y Las Sombras. Demasiada data, agarrá la que te quede más cerca culiadx y a celebrar bailando para campear la crisis con amor.
➤ Jueves 18 de abril a las 20.30 CBE presenta El Remazón Cordobés en Niceto
➤ Jueves 25 de abril de 19.00 a 23.00 Antologías: Muestra Aniversario 10 años CBE
➤ Viernes 26 de abril de 22.30 a 5.00 CBE 10 años – Capítulo 1: La tercera posición