Columnas

Dead Kennedys en Rockout 2016: Nostalgia de Juventud

A un país como Chile, que vivió 17 años de una cruel dictadura militar de derecha, el punk rock llegó más tarde que al resto del mundo. Las primeras bandas punk rock chilenas, como Pinochet Boys y los consagrados Fiskales Ad-Hok, datan de la segunda mitad de los 80s, con influencias principalmente de los ingleses The Clash, Sex Pistols y los newyorkinos Ramones.

Por Daniela Lobos Pérez

Dead Kennedys es una banda que nació en medio de la escena hardcore punk californiana de finales de los 70s. El guitarrista East Bay Ray formó la banda en 1978 junto al vocalista Jello Biafra, el bajista Klaus Flouride, el baterista Ted y después integraron al segundo guitarrista conocido como 6025, quien abandonó al poco tiempo. Tras lanzar el single “California Über Alles” en 1979, en 1980 lanzan el single “Holiday in Cambodia” y su primer álbum, “Fresh Fruits for Rotting Vegetables”. Ted abandona la banda en 1981 y es entonces cuando entra el baterista DH Peligro, consagrando el line up más recordado de Dead Kennedys. A partir de entonces vinieron clásicos como “In God We Trust, Inc.”, “Plastic Surgery Disasters”, “Frankenchrist” y “Bedtime for Democracy”, siempre tocando temas controversiales, críticas políticas y sociales, forjando la leyenda que son el día de hoy. En 1986, la banda se disuelve definitivamente. Esto, en pleno apagón cultural chileno, impuesto por la dictadura militar.

Chile recibe en 1989 a Rod Stewart en el Estadio Nacional, en lo que sería el primer concierto musical masivo en décadas. En 1990, recibe al primer presidente democráticamente electo en décadas. Y en el 2001, East Bay Ray, Klaus Flouride y DH Peligro reclutan al vocalista de la banda Dr. Know, Brandon Cruz, para la primera gira oficial de Dead Kennedys en décadas. Por primera vez los punks chilenos tuvimos la oportunidad de disfrutar en vivo de la música de una de las bandas más emblemáticas del punk rock, sin el mítico Jello Biafra, pero con unos músicos entregados y un vocalista que daba todo por estar a la altura. Esa noche de Diciembre en el Estadio Víctor Jara sigue en el corazón de muchos de nosotros.

Más décadas han pasado. Los músicos de Dead Kennedys, esta vez acompañados por el cantante Ron “Skip” Greer, vuelven a Chile por tercera vez, tras su presentación el 2015 en el Punk Rock Festival junto a The Adicts.

2016 es el año y Rockout es el Festival. Con un excelente line-up que incluye a Anti-Flag, Hellyeah, Meshuggah, The Offspring y Rammstein, Dead Kennedys es una banda que sigue atrayendo tanto seguidores antiguos como a nuevas generaciones. La frase cliché “sin Biafra no es DK” pierde su sentido cuando en el escenario están East Bay Ray con su guitarra, DH Peligro en la batería y Klaus Flouride, a sus 67 años, haciendo lo suyo en bajo. Los años han pasado y se nota. La velocidad no es la misma que hace 40 años, pero la energía y el sentimiento están ahí. El cantante Skip hace lo que puede por dar un show entretenido y lo que le falta en actitud le sobra en simpatía y entusiasmo.

En el escenario Monster, puntuales a las 17:30, tras la presentación de Hellyeah en el escenario Transistor, “Forward to Death” da inicio al show. En primera fila muchos jóvenes presionan hacia la reja, pero muy pocos corean la canción y no son precisamente los más jóvenes. “Winnebago Warrior”, “Police Truck” y “Buzzbomb” siguieron encendiendo el ambiente y poco a poco los más tímidos fueron uniéndose y comenzando a disfrutar. Con “Let’s Lynch the Landlord” y un Skip acercándose al público para cantar junto a él, el Santa Laura comenzó a sentir el punk rock y ya se armaban pogos entre el público más audaz y energético. “Kill the Poor” fue uno de los puntos más altos, siguiendo con cometarios de Skip acerca de que estamos ya muy viejos para el punk a los que se unía Klaus Flouride antes de “Moon Over Marin” y referencias a Donald Trump.

DH Peligro también tuvo su espacio para hablar sobre el racismo que se vive en USA para dar paso al clásico “Nazi Punks Fuck Off”, cerrando la presentación con los asistentes disfrutando al máximo con “California Über Alles”, “Viva Las Vegas” y “Holiday in Cambodia”. Poco menos de 1 hora, 13 canciones y Dead Kennedys ya habían bajado del escenario.

Tuvimos la oportunidad de compartir algunas palabras con el bajista Klaus Flouride, quien notó cómo canciones que escribieron en los 80s aún tienen sentido hoy, en diferentes partes del mundo, tristemente, porque sigue existiendo corrupción, explotación, racismo, discriminación, abuso de poder y todo aquello que el punk denuncia. Si bien la banda no es la misma que en los 80s, sus músicos aún se emocionan con la excelente recepción en lugares tan alejados y de parte de nuevas generaciones. Con el tiempo como aliado, aún mantienen su postura de crítica social, lo que es uno de los puntos más importantes de Dead Kennedys.

 

4 Comentarios

  • Daniela Lobos Pérez

    Hola, gracias por tu comentario.
    En esta reseña hago referencia al sonido en vivo de la presentación de Dead Kennedys en Rockout 2016 y es una opinión subjetiva, pero jamás hago mención de discos de Dead Kennedys sin Jello Biafra.
    De hecho, está toda la discografía de la banda mencionada (menos “Give me convenience or give me death” porque es un compilado) y en todos ellos por supuesto canta Jello Biafra. El último disco de la banda fue lanzado en 1986 (“Bedtime for Democracy”).

    Saludos!

  • rinaldo

    sólo puedo preguntar: ¿discos de dead kennedys editados sin Jello Biafra?. No es un cliché decir que los kennedys sin biafra no son. Es una verdad. Son una banda de autotributo.

  • Dj Falazia

    Bien dispersa la nota, en ningun momento hay una referencia al sonido o a la performance de la banda en total, mucho relleno poco nuevo que aportar…

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