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The Cardigans en Chile: Belleza y Nostalgia

A las 22:00 horas puntual en un Teatro La Cúpula lleno, comenzó el esperado show de The Cardigans en Chile, tras sus presentaciones en 2015 en el marco del Festival Primavera Fauna.

Por Daniela Lobos Pérez
Foto por Claudia Jaime

Un inicio sólido con “Erase/Rewind” dio partida a una noche llena de emociones y belleza musical. Los suecos hicieron entrega de éxito tras éxito: “Little Black Cloud”, “You’re The Storm”, “Feathers and Down”, “Live and Learn”; mantuvieron al público cautivo mientras Nina Persson, envuelta en una pequeña capa negra, hacía gala de su voz y de la harmónica en “For What It’s Worth” con el guitarrista Oskar Humlebo (“Moto Boy”) poniendo lo mejor de sí en “Hanging Around” y los otros solos originales de Peter Svensson (quien ha optado por mantenerse alejado de las giras).

La voz de Nina Persson no es perfecta, pero ahí está el sentimiento y la habilidad que la hacen especial. El bajista Magnus Sveningsson se mostraba agradecido tras la ronda de aplausos que seguía cada canción interpretada por la banda. El público se mostró respetuoso y participativo a la vez, escuchando, coreando los hits más populares y acompañando con las palmas al quinteto.

“Holy Love”, “And Then You Kissed Me”, “Don’t Blame Your Daughter (Diamonds)”, “Marvel Hill”, ”I Need Some Fine Wine and You, You Need to Be Nicer” y “My Favourite Game”; cerraron la primera parte a las 23:00 horas. El “encore” abrió con “Communication” seguida de una emotiva interpretación del clásico de Violeta Parra “Gracias a la Vida”, cantado por Nina primero en sueco y luego en español, haciendo de este uno de los puntos altos de la noche. La misma cantante recordó como esta canción se escuchaba en sueco en su Suecia natal,  recordándonos los miles de exiliados que fueron recibidos en dicho país durante la dictadura.

Su propia rendición al clásico de Black Sabbath “Iron Man”, seguida de las populares “Carnival” y “Love Fool” cerraron una noche en donde The Cardigans recorrió 5 de los 6 álbums de su discografía (dejando fuera sólo el primero, “Emmerdale”, de 1994), dejándonos una sensación de bella nostalgia.