Entrevistas

Entrevista a The Wants: Su universo distorsionado

Formados en 2017, The Wants es un trío de post-punk minimalista radicado en Nueva York, integrado por Madison Velding-VanDam, Jason Gates y Yasmeen Night. Desde el primer acorde, la banda tiene la capacidad de arrancarte de lo cotidiano y lanzarte a un universo paralelo: uno hipnótico, surrealista, donde los límites entre lo digital y lo orgánico se desdibujan, y la realidad parece un mal sueño del que ya no quieres despertar.

El 13 de junio de 2025, lanzaron su segundo álbum, Bastard, una obra que intensifica la estética oscura y cerebral que los define. Con títulos como “Void Meets Concrete”, “Data Tumor” y “No Need”, el disco se despliega como una espiral sonora: denso, cargado de texturas industriales, ritmos pulsantes y melodías que suben y bajan como una montaña rusa emocional. Hay crudeza, hay belleza, y sobre todo, hay un mensaje claro: la soledad, el vacío y la pérdida no solo se enfrentan, también se escuchan. Lee aquí la entrevista a The Wants

Por Barbara Molina
Fotos por Madison Carroll

Para comenzar, ¿podrían presentarse brevemente?

MVV: Soy Madison Velding-VanDam. Canto, toco guitarra y escribo las canciones de The Wants.
YN: Me llamo Yasmeen, toco sintetizador y bajo.
JG: Soy Jason Gates. Toco batería y electrónica.

El nombre de su banda “The Wants” ¿Cómo surgió ese nombre, tiene algún significado especial?

MVV: Siempre he tenido una lista de nombres para bandas, esperando encontrar uno que se sintiera bien. Cuando pensé en “The Wants”, no podía creer que estuviera disponible. Nos hace sentido porque habla de un deseo constante, pero lo más importante es que es simple.

Su álbum, Container, fue lanzado en 2020, y su nuevo álbum Bastard salió este 2025. Considerando que pasó tiempo entre ambos ¿creen que esa pausa fue beneficiosa en términos de creatividad y planificación?

MVV: Para entender Bastard, hay que recordar que Container salió el viernes 13 de marzo de 2020, el mismo día que comenzaron los cierres por la pandemia. Veníamos de estar de gira por Europa y el Reino Unido, y de repente dejamos de vernos durante casi un año. En ese tiempo tratamos de explorar nuevos sonidos, pero sería falso decir que fue fácil. Lo que compusimos refleja un intento de adaptarse en medio del caos y del aislamiento, tanto personal como global.

YN: Creo que definitivamente nos tomamos el tiempo para hacer una colección de canciones que tuviera coherencia. El mundo post pandemia ha sido súper surrealista. Creo que eso se nota en Bastard.

JG: Apenas salió Container y quedamos en encierro, ya estábamos hablando de cómo queríamos que sonara este disco. Teníamos claro que queríamos reflejar más de la música experimental que escuchamos. Íbamos a usar más bajo con sintetizador, queríamos jugar más con efectos y desafiarnos harto. Yo sabía que no iba a abordar la batería de la misma forma que en Container. La meta era fusionar elementos electrónicos con las partes de batería y encontrar nuestra propia manera de hacerlo.

Al escuchar su nuevo álbum, llama la atención las letras. ¿Comparten la escritura entre todos? ¿Qué los inspira a la hora de escribir?

MVV: Normalmente parto con una base musical: algo de estructura, melodía y letras en proceso. Luego lo compartimos con la banda, y ahí el tema empieza a transformarse. Al final suena muy diferente a cómo empezó, y eso nos encanta. Para este disco trabajamos más como productores, cada uno desde su estudio, un poco como lo hace Massive Attack. Después nos juntábamos a ver cómo todas las piezas podían funcionar juntas.

YN: Este proceso fue más como echar ingredientes a una olla. Madison ya tenía el concepto y las letras para cada canción, y yo traté de crear unos paisajes sonoros alrededor del ritmo, manteniendo el ambiente de la canción como eje central.

Sobre Bastard, ¿Cómo fue el proceso de grabación? ¿Y qué tipo de equipo utilizan para crear esos sonidos?

MVV: Una de las cosas más llamativas de este disco es cómo Jason logró integrar el pad electrónico directamente en la batería en vivo. Desde el primer momento da la impresión de que somos más de tres. Queríamos unir nuestra pasión por la música electrónica con la tensión visceral de tocar en vivo. Eso fue clave para darle identidad al álbum.

La producción mezcla todo lo que teníamos a mano. Partimos desde un enfoque minimalista, pero con capas de texturas entretejidas. Yasmeen aportó muchísimo con su conocimiento en síntesis análoga. Ella y yo pasamos horas creando atmósferas con sintetizadores, guitarras y samples. Creo que ese trabajo sutil define el sonido del disco.

YN: ¡Me alegra que hayas sentido esa atmósfera! Creo que traducir la emoción en sonido fue una parte muy importante de la producción de este disco. La mayoría de mis aportes salieron de hacer loops con las baterías que Jason había grabado junto con la idea de la canción que teníamos en ese momento, e ir improvisando con distintas máquinas sobre eso. Después Madison elegía lo que encajaba mejor con la música y agregaba o quitaba capas. El uso de electrónica por parte de Jason nos dio una base súper buena sobre la cual construir.

JG: A mí me gusta armar rápido un loop con efectos y como que “tocar” el equipo girando perillas, subiendo la ganancia, etc. Hago eso y grabo durante unos 5 a 25 minutos. Es más entretenido cuando no conozco bien la máquina. Después escucho lo grabado para encontrar sonidos que me parezcan nuevos y que me inspiren ritmos. Cargo varias versiones de esos sonidos en mi pad electrónico. Cuando tocamos, voy cambiando entre esas variaciones tratando de que suene como si alguien estuviera mezclando los efectos desde una sala de control. Madison suele tener pedazos de música que le gustan, y tratamos de ver cuáles combinan con lo que yo estoy haciendo.

¿Consideran que ha habido una evolución en cuanto a la grabación, letras, sonido, etc.?

MVV: Para Bastard, entramos al proceso con muchas ganas de explorar. También trabajamos mucho en nuestro primer disco, aunque ese fue más un ejercicio de condensar y refinar ideas. Este disco fue un intento de crecer abriéndolo todo por completo.

JG: Sí, mucho crecimiento. Container lo grabamos nosotros en un container de verdad, mientras que Bastard lo grabamos con Peter Katis en su estudio increíble. Tiene equipos excelentes y espacio suficiente para que pudiéramos tocar en vivo juntos mientras grabábamos. En Bastard hay muchos elementos electrónicos y de diseño sonoro que casi lideran los grooves, incluso en canciones con voces. En Container también hay diseño sonoro interesante, pero algunas de mis partes favoritas están en los instrumentales. Es un desafío distinto hacer que eso funcione en canciones con voz.
También insistimos mucho en que los elementos electrónicos fueran parte de la interpretación al momento de grabar, no algo agregado después en postproducción. Muchos de los efectos y sonidos percusivos electrónicos que se escuchan en el disco fueron tocados en la misma toma en vivo de batería.

El arte de The Wants

Cuando crean los videos musicales, ¿aportan todos con ideas? ¿Qué los inspira en ese proceso?

MVV: Nuestros visuales están muy inspirados en esos momentos cotidianos que, sin saber por qué, se quedan dando vueltas en la mente. Madison Carroll, mi pareja, define la estética visual del grupo, y sus imágenes realmente amplifican la música. Los videoclips son una colaboración entre los dos. No puedo exagerar cuánto significa ella para esta banda.

¿Qué los inspira al crear conceptos visuales y arte para su merchandising? ¿Colaboran todos en esto también?

MVV: Toda la fotografía es de Madison Carroll. Su ojo estético ha sido fundamental para construir la identidad visual del proyecto. Ha sido increíblemente generosa al compartir su trabajo y su tiempo con nosotros. Su primer libro, Fair Catch, sale en los próximos meses. ¡Estén atentos!

YN: Madison Carroll es una artista con un talento excepcional. La estética es de ella. Soy muy fan de su trabajo y ha sido un honor trabajar con ella en The Wants.

¿Se inspiran en algún artista en particular cuando suben al escenario, o no es algo que piensen conscientemente?

MVV: Sin duda conozco a los grandes, pero he tratado de encontrar mi propio vocabulario de movimiento. Estoy tratando de acceder a una forma de moverme más infantil, más exploratoria—porque, ¿por qué no? Estar en el escenario es uno de los pocos lugares donde todavía puedo compartir esa parte de mí.

De su nuevo álbum Bastard, ¿hay alguna canción del disco que disfrutaron crear o que sea su favorita personal?

MVV: Creo que la canción “Data Tumor” es muy importante para nosotros, porque refleja de la mejor forma todo lo que esperábamos de este nuevo disco. Se siente como la extensión más natural del primer álbum. A todos nos gusta tocarla, y al público parece gustarle también—es raro que todo eso pase al mismo tiempo.

YN: Mi canción favorita del disco es “87 Gas”. Capaz es una respuesta un poco egoísta porque me encanta tocar el bajo en esa canción. También creo que muestra bien la tensión y la intensidad de todo el disco en una sola pista.

JG: Hmmm… mi favorita cambia harto. Ahora mismo es “Too Tight”. Me encanta tocar esa canción y me gustan todos los elementos con glitches que tengo con el pad de batería electrónica.

Grabar en estudio y tocar en vivo son experiencias completamente distintas. Pero si tuvieran que elegir, ¿disfrutan más del proceso en estudio o de presentarse en vivo?

MVV: Creo que a todos nos encanta grabar y producir música, ya sea en un estudio o en nuestros estudios en casa. Tenemos una mentalidad de banda más antigua en cuanto a cuánto nos preparamos antes de una sesión de grabación.
Creo que somos una banda enfocada en grabar en muchos sentidos, pero tocar en vivo es una catarsis. ¡Es algo que necesitamos hacer!

YN: Me encanta grabar, pero los shows en vivo con The Wants son muy entretenidos. Tienen mucha energía y son bien ruidosos. Madison es súper intenso en el escenario y todos estamos dando lo mejor. Diría que los shows en vivo son mi parte favorita.

¿Actualmente siguen en otros proyectos además de “The Wants”? Y si es así, ¿se vuelve un desafío componer para distintas bandas?

MVV: Primero que todo, Yasmeen tiene su proyecto solista, NightNight, ¡y pronto va a sacar un nuevo disco!. Tener miembros en distintos proyectos no es tan complicado, y creo que es importante que cada uno tenga espacio para descubrir qué quiere hacer. Si un proyecto empieza a crecer mucho, puede ser un poco difícil coordinar los tiempos, pero Nueva York está llena de personas muy ambiciosas que buscan su lugar y su forma de expresarse.

YN: Como mencionó Madison, mi proyecto solista se llama NightNight. Terminé un nuevo disco hace poco (producido por Gareth Jones). No sé bien cuándo se va a lanzar, pero me voy a asegurar de mantener a todos informados por redes sociales. Tengo una agenda chica en mi mesa. Cuando me despierto, reviso todo lo que tengo que hacer y voy marcando — una cosa a la vez. Mientras esté en la agenda, no hay problema. Mi forma de estar en varios proyectos es con organización… y entendiendo que si quieres hacer todo, hay días en que no vas a dormir mucho.

El sello propio

¿Podrían contarnos un poco cómo nació “STTT”? ¿Siempre fue una meta tener su propio sello discográfico?

MVV: Tener un sello propio siempre fue un sueño, pero lanzar STTT para este disco me mostró lo que realmente implica a nivel de responsabilidad. En un entorno donde los recursos son limitados para artistas como nosotros, hay que pensar cada decisión con mucha estrategia. Con STTT podemos decidir cómo invertir, cómo sostener el proyecto y cómo seguir creando sin depender tanto de otros.

Para bandas o artistas emergentes, ¿tienen algún consejo que les gustaría darles a quienes están recién comenzando en la música?

MVV: Dedícate exclusivamente a hacer y perfeccionar lo más inusual de lo que haces de forma natural. Ignora los intereses de los demás tanto como puedas.

YN: No le debes nada a nadie. Crea algo, compártelo. Ignora todo lo que se interponga en tu camino.

Como esta revista es de Chile, me gustaría saber: ¿Están familiarizados con bandas o artistas chilenos?

MVV: Viví en Santiago un par de años mientras terminaba la universidad y después también. Iba harto al Bar Loreto. Estaba sacando créditos universitarios por escribir sobre la escena musical chilena en ese tiempo. Tuve la oportunidad de conocer a Gepe, Francisca Valenzuela y Javiera Mena como fan y observador. Pero Föllakzoid es mi banda chilena favorita.

¿Les gustaría hacer una gira por Sudamérica?

MVV: Por supuesto. Totalmente. Haríamos lo que fuera por tocar en Chile. Mientras no tenga que volver a cruzar los Andes en ese bus que me dejó marcado para siempre, estoy feliz.

YN: 100% sí.

JG: ¡Sí, me gustaría mucho!

¿Hay algún nuevo proyecto o algo que se venga próximamente que puedan compartir con nosotros?

MVV: El libro de fotografía de Madison Carroll, Fair Catch, va a salir este año con Pharmacy Books. El nuevo disco de NightNight de Yasmeen ya se está terminando. STTT también tiene nuevos lanzamientos en camino. Tenemos muchas ganas de compartir todo esto también en vivo. Ojalá nos veamos pronto en Chile.

YN: El libro de Madison Carroll, Fair Catch. Siempre estoy trabajando en remixes, videos y varios otros proyectos de amigos. Me voy a asegurar de avisarte a medida que vayan saliendo.

Entrevista a The Wants