
In Memoriam: Ozzy Osbourne parte 2
El siglo XXI y la sobriedad. Tras sobrevivir a décadas de excesos, tragedias y resurrecciones musicales, Ozzy Osbourne llegó al nuevo milenio con una mezcla de vulnerabilidad y fuerza. Los años 2000 marcaron un giro en su vida: mientras su carrera solista continuaba cosechando éxitos, la televisión lo transformó en una figura de culto más allá del metal, gracias al reality “The Osbournes”, que mostró su lado más humano, caótico y entrañable. Pero esta etapa también trajo desafíos: problemas de salud cada vez más graves, nuevos diagnósticos y el inicio de su batalla más dura, la de su propio cuerpo.
Por Daniela Lobos Pérez
2000’s: “THE OSBOURNES”, REUNIONES Y BATALLAS DE SALUD
Ozzy retomó su carrera en solitario grabando “Down to Earth” (2001), con colaboradores en composición, Zakk Wylde en guitarra, Robert Trujillo en bajo y Mike Bordin en batería. El álbum fue bien recibido en pleno cambio de siglo. Le siguieron el registro en vivo “Live at Budokan” (2002), grabado en el Nippon Budokan de Tokio, y el compilatorio “The Essential Ozzy Osbourne”.
En esos años, Bob Daisley y Lee Kerslake iniciaron demandas por regalías impagas, lo que llevó a que algunas pistas fueran regrabadas por Trujillo y Bordin. En 2005, Ozzy lanzó el box set “Prince of Darkness”, una retrospectiva de cuatro discos que utilizó las versiones remasterizadas de Blizzard of Ozz, Diary of a Madman y Bark at the Moon, también afectadas por disputas legales.
El 5 de marzo de 2002, MTV estrenó el reality “The Osbournes”, mostrando a Ozzy, Sharon y sus hijos Kelly y Jack en su vida cotidiana. El programa fue un éxito inmediato, pero dejó al descubierto el estado físico y emocional de Ozzy, contrastando con la imagen de ícono del metal. La serie se emitió hasta marzo de 2005.
El éxito televisivo coincidió con el regreso de Black Sabbath, quienes lanzaron el álbum en vivo “Past Lives” (2002), con grabaciones de 1970-1975, y encabezaron el Ozzfest en 2004 y 2005. Ese mismo año, Ozzy publicó “Under Cover”, un disco de versiones de artistas como The Beatles, Cream, The Rolling Stones y King Crimson. El álbum destaca por la participación de Jerry Cantrell (Alice in Chains) y un dueto con su hija Kelly en el clásico Changes.
Fue en 2005 cuando Ozzy recibió un diagnóstico que cambiaría su vida: síndrome de Parkin, una condición genética similar al Parkinson. Además, le detectaron pérdida parcial de audición. Estos problemas de salud lo impulsaron a mantener la sobriedad, con el apoyo incondicional de Sharon.
En 2006, Black Sabbath fue inducido al Rock & Roll Hall of Fame. Metallica rindió tributo interpretando Iron Man y Hole in the Sky. Ese mismo año, Ozzy retomó su trabajo con Zakk Wylde, mientras Tony Iommi lanzaba el proyecto Heaven & Hell con Dio.
En 2007, Ozzy lanzó “Black Rain”, con Wylde, Bordin y Rob “Blasko” Nicholson. El single I Don’t Wanna Stop sonó en videojuegos y televisión. Durante la gira, Ozzy visitó Chile por segunda vez, presentándose el 1 de abril de 2008 en la Pista Atlética del Estadio Nacional, en el marco del Monsters of Rock, junto a Korn y Black Label Society.
En 2009, Ozzy buscó un sonido diferente y reemplazó a Wylde por el guitarrista Gus G, con quien debutó en la BlizzCon.
2010’s: TERCERA REUNIÓN Y DESPEDIDA DE BLACK SABBATH
En 2010, Ozzy lanzó su autobiografía “I Am Ozzy”, al mismo tiempo que editaba “Scream”, con Gus G en guitarra, Kevin Churko en batería (Tommy Clufetos en las giras), Blasko en bajo y Adam Wakeman en teclados.
En 2011 regresó a Chile por tercera vez, el 28 de marzo, en el Movistar Arena. Ese año, Black Sabbath anunció una nueva reunión. Sin embargo, en 2012, Tony Iommi fue diagnosticado con linfoma, lo que obligó a reducir sus planes a fechas puntuales como Lollapalooza USA y Download Festival UK. Bill Ward quedó fuera del proyecto por desacuerdos contractuales, siendo reemplazado por Clufetos.
En 2013, con Rick Rubin como productor y Brad Wilk (RATM, Audioslave) en batería, Sabbath lanzó “13”, un regreso triunfal que ganó el Grammy a Mejor Performance Metal con God Is Dead?. Ese año, la banda se presentó en Chile, el 4 de octubre de 2013, en el Estadio Monumental, con Ozzy, Iommi, Butler y Clufetos.
Sin embargo, 2013 también fue un año turbulento: Ozzy confesó públicamente haber recaído en drogas y alcohol durante un año y medio, aunque logró volver a la sobriedad.
En 2015, Sabbath anunció su última gira: “The End”, que recorrió el mundo entre enero de 2016 y febrero de 2017. Su despedida en Chile fue el 19 de noviembre de 2016, en el Estadio Nacional, ante más de 60 mil personas. Tras tensiones con Iommi, la banda anunció su separación definitiva en marzo de 2017.
Ozzy retomó su gira solista “No More Tours II” en 2017, junto a Zakk Wylde. Su última visita a Chile fue el 8 de mayo de 2018, en el Movistar Arena, marcando el fin de las grandes giras. En 2019, problemas de salud lo obligaron a cancelar el resto del tour.
2020’s: RETIRO Y EL ÚLTIMO ADIÓS
En 2020, Ozzy lanzó “Ordinary Man”, su primer álbum solista en 10 años, grabado junto a Elton John, Slash, Duff McKagan, Chad Smith, Tom Morello y Post Malone. El disco fue un éxito y motivó rápidamente la grabación de “Patient Number 9” (2022), con invitados como Jeff Beck, Eric Clapton, Tony Iommi, Josh Homme, Robert Trujillo y Taylor Hawkins.
En 2020, Ozzy reveló públicamente su diagnóstico de Parkinson y enfisema. Para 2023, anunció su retiro de las giras. Aun así, expresó su deseo de una última reunión de Black Sabbath con Bill Ward, lo que se concretó en el concierto benéfico “Back to the Beginning”, el 5 de julio de 2025 en Birmingham. El show recaudó £140 millones para organizaciones benéficas y reunió a Sabbath en el escenario, con Ozzy en un trono negro interpretando War Pigs, N.I.B., Iron Man y Paranoid.
Solo 17 días después, el 22 de julio de 2025, Ozzy Osbourne falleció a los 76 años, rodeado de su familia.
Casado primero con Thelma Riley (1971-1982), con quien tuvo dos hijos, Jessica y Louis, Ozzy encontró estabilidad junto a Sharon Osbourne, su esposa desde 1982 y madre de sus tres hijos: Aimée, Kelly y Jack. Sharon no solo fue su compañera de vida, sino también la estratega que salvó su carrera tras su salida de Black Sabbath.
Hoy, el mundo despide no solo al “Príncipe de las Tinieblas”, sino al hombre detrás de la leyenda: un artista que sobrevivió a sus propios demonios, marcando con su voz y personalidad el ADN del heavy metal.


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