Cine

Reseña: Materialist o amores migajeros

The Materialist, dirigida por Celine Song y producida por A24 nos prometió en su trailer un romcom con un elenco estelar encabezado por Pedro Pascal, Dakota Johnson y Chris Evans.

Con semejante trío de actores, se esperaba un relato cargado de intensidad y química, pero lo que entrega la película es un drama enredado, con actuaciones disparejas y una trama que no logra sostener su propia ambición.

Dakota Johnson, quien lleva el peso del protagónico, presenta un personaje lleno de red flags en su comportamiento, (berrinches en la calle, inseguridades y hasta llevar al novio actual a ver la obra de teatro del ex).

La actuación de Dakota carece de fuerza y se siente desconectada del tono general de la historia, quedando más en la superficie de lo que el papel exige.

Chris Evans, por su parte, se enfrenta a un personaje arrastrado, sin matices y con poco desarrollo, lo que termina acentuando la debilidad de su interpretación, rogando por migajas y mostrando su vulnerabilidad en su amor propio por no tener dinero. Ambos parecen incapaces de generar la tensión dramática que el guión demandaba.

En contraste, el persona de Pedro Pascal logra salvar ciertas escenas gracias a su carisma natural y la solidez que aporta a cada proyecto en el que participa. Aun así, su presencia no basta para levantar un guion plagado de incoherencias y situaciones poco realistas.

El intento de construir un relato de crítica social sobre la superficialidad y el materialismo moderno se diluye en una sucesión de escenas forzadas, en las que los giros narrativos parecen más caprichos del libreto que decisiones orgánicas.

El mayor problema de Materialist radica en lo poco verosímil de su historia. Los conflictos entre personajes no logran convencer ni emocionar, y lo que podría haber sido un retrato ácido de las relaciones en tiempos dominados por el consumismo termina convirtiéndose en un melodrama artificioso. En definitiva, la película deja la sensación de una oportunidad perdida: un elenco potente al servicio de un guion mal ejecutado, actuaciones irregulares y una narrativa que nunca encuentra su propio tono. Y digamos que el final tampoco es lo esperado…