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Ministry en Chile: El Estallido de una Revolución

El pasado martes 10 de marzo se presentó por primera vez en nuestro país la banda pionera del Metal Industrial, Ministry.

Por Daniela Lobos Pérez
Foto Marcela Bruna

Con un show originalmente programado en el Teatro Caupolicán (cuya capacidad es de 4.500 personas), el recinto fue cambiado cuando las entradas (separadas en localidades, con distintos precios) ya se habían comenzado a vender. El nuevo recinto fue la Discotheque Blondie (cuya capacidad es apenas de 1.500 personas).

A las 20:30 ya se encontraban en el recinto de Alameda los primeros asistentes, quienes pudieron acceder a la hora prometida de apertura de puertas, 21:00 horas. A las 21:30 las cercanías de Metro ULA estaban repletas de fanáticos de la banda, formada en 1981 por Al Jourgensen (nacido Alejandro Ramírez Casas en Cuba, 1958, al trasladarse a USA junto a su madre cambiaría su apellido por el de su padrastro). El exceso de público, algunos de ellos sin entrada previa, hacía que la puerta de “Blondie” estuviese muy saturada de gente, sobre todo aquellos asistentes que hacían fila en boletería para comprar los últimos tickets. Debido a esto, se cerraron momentáneamente las puertas de acceso cerca de las 22:00 horas, causando nerviosismo entre quienes hacían la fila para entrar. Al poco rato se anunció que ya no quedaban tickets a la venta, lo que dejó a varios fans desilusionados.

Con rapidez se re-abrieron las puertas, ya que Ministry comenzó a tocar puntual a las 22:15 horas. “Hail to His Majesty” y “Punch in the Face”, de su más reciente álbum, “From Beer to Eternity” (2013) abrieron el show. Algunos problemas de sonido se presentaron, que al momento de “PermaWar” ya se solucionaron. “Blondie” se encontraba al máximo de su capacidad. El hecho de que las entradas originalmente se vendieran con diferenciación de precio y ubicación para el Teatro Caupolicán, causó que una incómoda reja separara la pista de la discotheque, agrupando tras la reja a una cantidad abrumadora de personas.

Siguiendo la presentación de “From Beer to Eternity”, la siguiente canción sería “Fairly Unballanced”. Jourgensen demostraba en todo momento su empatía con el público, lo cual hacía que la reacción de este a los nuevos temas fuera buenísima. Tras el trágico fallecimiento del guitarrista Mike Scaccia el 23 el Diciembre del 2012, la formación de Ministry para esta gira permaneció incierta por algún tiempo. Finalmente pudimos ser testigos del excelente fiato entre el vocalista y el tecladista John Bechdel (en la banda desde 2006), el bajista Tony Campos (2007), el baterista Aaron Rossi (2007) y los guitarristas Sin Quirin (2007) y Monte Pittman (en la banda desde 2014, ex Prong y guitarrista e Madonna).

“Río Grande Blood” y “Señor Peligro” (uno de los puntos más altos de la primera parte del show) y “LiesLiesLies” (“Rio Grande Blood”, 2006) siguieron encendiendo el ambiente, preparando la explosión que se anunciaba para cualquier momento. El reloj marcaba sólo las 22:45 horas y la intensidad y pasión tanto de la banda como del público que rebasaba el local, era casi tangible.

La Revolución Industrial siguió con “Waiting”, “Wothless” (“Houses of the Molé”, 2004), “Watch Yoursel” y “Life Is Good” (“The Last Sucker”, 2007), con algunos acoples sonoros en esta última canción. Una pantalla gigante mostraba imágenes relacionadas con cada tema durante todo el show, lo que hacía todo visualmente más interesante, junto a la calavera que Al mantenía junto a su atril de micrófono.

Todos aquellos que, en el año 2008 sufrimos tras el anuncio de la disolución de la banda, esperábamos con ansias este concierto (tras la reunión en 2011) y anhelábamos disfrutar en vivo algunos clásicos de Ministry. La oportunidad vendría a continuación, con “N.W.O.”, “Just One Fix” (“Pslam 69”, 1992) y “Thieves” (“The Mind Is a Terrible Thing to Taste”, 1989), que marcaron el punto más alto de todo el show.

Un pequeño descanso y Ministry volvió al escenario para interpretar “So What” (“The Mind Is a Terrible Thing to Taste”, 1989) y “Khyber Pass” (“Rio Grande Blood”, 2006). Al Jourgensen se tomó su tiempo para despedirse de todos los asistentes que pudo, bajando al sector de “barricada”, recorriéndolo desde su derecha a izquierda, hasta volver a subir al escenario, mientras los demás músicos reían y seguían interpretando “Khyber Pass”. Así, uno a uno los integrantes de Ministry fueron despidiéndose y saliendo del escenario, dando término al show a las 23:50.

El profesionalismo y entrega de Ministry en el escenario fue total, convirtiendo esta experiencia en inolvidable. Lástima que el cambio de recinto afectase tanto al público que ya había comprado su entrada como a quienes se fueron después del trabajo a adquirirla, ya que “Blondie” en muchos momentos se hacía insoportable por el excesivo calor, humedad y multitud (además de las restricciones para moverse libremente en este espacio tan pequeño) y varios fans se quedaron sin poder entrar por la venta absoluta de las entradas. Esperemos que en el futuro tengamos la oportunidad de volver a ver a Ministry y disfrutarlos en un recinto con la capacidad y requerimientos técnicos que merecen.

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